"Los acusados, Alfredo y Ezequiel Pastor".

A mediados de octubre, el juez de Garantías, doctor Gustavo Ariel Díaz, dispuso que Rubén Pastor alias “Pichuchi” de 39 años de edad y su hijo Ezequiel Emanuel Pastor de 20, ambos de Villa Mantero, debían continuar bajo la prisión preventiva en la Unidad Penal Nº 4, acusados del crimen de Maximiliano Daniel Robles (Ñoco) de 31 años de edad, ocurrido a mediados de agosto pasado en Villa Mantero, localidad del departamento Uruguay.

Tras lo resuelto, su abogado defensor, el doctor Mario Ignacio Arcusin, presentó la apelación ante la Cámara Penal de Concepción del Uruguay, que fijó audiencia para este miércoles, con el Tribunal unipersonal, a cargo del doctor Rubén Chaia.

 

Los hechos

Ambos sujetos, están imputados de dar muerte a puñaladas a Robles, cuando este trató de intervenir para evitar una disputa entre dos hermanastros vecinos, un domicilio de calle Gualeguay entre 25 de Mayo y Córdoba de la ciudad de Villa Mantero.

Alfredo Pastor y sus hijos Ezequiel y otro menor de 12 años, cuchillos en mano, comenzaron una pelea con Sergio Stuber, alias “Queco”, hermanastro de Alfredo y en ese momento, con Stuber se encontraban Maximiliano Robles y un menor de quince años, instante que se generó la reyerta en la cual Robles era atacado por Ezequiel Pastor y el preadolescente, recibiendo una puñalada de parte de Ezequiel Pastor, con un facón que causó una lesión en el corazón, mientras el padre del agresor lo instaba a darle muerte con frases como  “matalo, Eze, matalo”.

 

La audiencia de apelación

Este miércoles, el doctor Arcusin, solicitó al juez que se revoque la medida impuesta en el Juagado de Garantías, asegurando que no hay riesgos procesales y resaltando que el doctor Díaz se opuso a la libertad de ambos imputados, porque consideraba que el lugar de residencia en San José, como había propuesto la defensa, no aseguraba que los acusados no pudieran ir a Mantero a intimidar a los testigos.

El letrado detalló al menos tres casos como jurisprudencias, en los que se le daba la libertad a los involucrados bajo reglas de conducta y de les aceptada un domicilio mucho más cercano que los 100 kilómetros que separan a Villa Mantero de San José.

El defensor pidió que se les imponga como regla que concurran a la Comisaría sanjosesina dos veces al día para de esa manera certificar que no salían de la ciudad.

El fiscal Juan Pablo Gile, se opuso y consideró que estaban vigentes los riesgos procesales y se debía asegurar la tranquilidad de los testigos del caso y familiares de la víctima, para deponer en el juicio oral que sería en pocos días más, ya que solo restaban unas pericias desde Paraná.

El doctor José Pedro Peluffo, representante de la familia del joven asesinado, adhirió en todo o expresado por el fiscal y recalcó la necesidad de mantener a ambos acusados detenidos.

El doctor Rubén Chaia, tras escuchar a las partes, destacó el haber leído la causa y observado el video de la Audiencia anterior, lo que le permitió hacer un análisis y llegar a la conclusión de que existen los riesgos procesales, por lo que dispuso continuar la medida de la prisión preventiva por el plazo de 30 días como había sido impuesta y llegada la fecha, rever si se debía solicitar su ampliación o no.

Fuente: 03442

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