«No se completarán libretas de calificaciones hasta que no se mire estudiante por estudiante y docente», señala la supervisora de Educación Secundaria de Diamante. «No quiero ver un solo aplazo», escribió con mayúsculas.
«No quiero ver un solo aplazo» en el primer trimestre, fue la orden que la funcionaria bajó a todos los rectores. El mensaje fue enviado por la profesora Elsa Cardozo, supervisora de Educación Secundaria en Diamante.
El escrito, que fue enviado por whatsapp a todas las escuelas, se viralizó, y no sólo llegó a rectores y profesores, sino hasta la Cámara de Diputados, donde la oposición de Cambiemos alertó por el contenido de la directiva que bajó Educación.
Adriana Hepp, secretaria general de la seccional Diamante de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), admitió que recibió la «preocupación» que expresaron los docentes.
El mensaje de la supervisora Cardozo dice:
«Buenos días a todos!! En los encuentros con asesores se delinearon acciones para el abordaje del primer trimestre que ya culminó. No se completarán libretas de calificaciones hasta que no se mire estudiante por estudiante y docente: Diagnóstico inicial -estrategias de enseñanza – aprendizaje . NO QUIERO VER UN SOLO APLAZO en las libretas..Sres Rectores es un excelente momento para evaluar a los docentes y dejar asentado en la grilla de evaluación res 3491 sugerencias y/o ponderaciones . Recuerden que deben focalizar con rigor científico los primer año y llegar a una conclusión con teorías epistemologicas. A partir del lunes 11/06/2018 previa agenda iré a sus escuelas a monitorear y evaluar las propuestas de trabajo.
Que tengan un excelente inicio de semana . Estudiante que tiene menos de seis primero deberá fundamentar el docente y si no tiene claridad en su exolicacion se le dara esta semana otra instancia al estudiante . Afectuosamente. Elsa».
La resolución N° 3.491, dictada el 16 de noviembre de 2010 por el Consejo General de Educación (CGE), creó en la provincia un sistema unificado de evaluación de la actuación profesional docente.
Esa normativa plantea: «Si el sistema educativo entrerriano pretende hoy la profundización de la transformación en sus diferentes niveles educativos, la evaluación de los profesionales docentes no debe quedar ajena a ese proceso de cambio».
Se trata de un instrumento que permite la autoevaluación del desempeño que hace el propio docente,y cuyos datos vuelca en una planilla; y un monitoreo que el equipo de conducción de la escuela hace sobre la tarea de maestros y profesores.
Un año después, Educación dictó la resolución Nº 1.582, el 12 de mayo de 2011, a través de la cual instó a las escuelas a establecer mecanismos de enseñanza «integradores» de modo que se «promueva la movilidad de los alumnos», lo cual quiere decir otra cosa que las escuelas apliquen mecanismos que eviten la repitencia del alumno.
Esa normativa, además, incorporó la posibilidad de que el estudiante pueda poner en cuestión una calificación.
Así, previó que un estudiante, o un grupo de estudiantes o también los padres pueden pedir una revisión sobre alguna «instancia del proceso de evaluación, debidamente fundado». Y que se «procederá a dar intervención al docente comprendido en el mismo para explicar sobre los criterios de evaluación y calificación oportunamente comunicados y las estrategias de evaluación utilizadas. De continuar el mismo, la institución arbitrará los mecanismos para resolver la situación planteada».
A su vez, la provincia instrumentó la veda de los aplazos a través de la resolución Nº 1.550 del año 2013. Los lineamientos de esa norma, que instó a las escuelas a reorganizar su trabajo pedagógico «que renueven la convicción que todos los chicos pueden aprender si se modifican, cuando es necesario, las condiciones de enseñanza, entre ellas, ganar mayor continuidad pedagógica y ofrecer una diversidad de estrategias de enseñanza», publica el sitio Entre Ríos Ahora.
