Con buenas intenciones pero sin planificación alguna, el Estado decidió poner en marcha la Ley de Narcomenudeo pedida por la sociedad para combatir el flagelo de la proliferación de las ventas de drogas en pequeñas cantidades para lo cual instruyó a las fuerzas de seguridad a profundizar la lucha contra ese delito que era cuestión federal hasta la puesta en marcha de la ley provincial.

En el cumplimiento de la orden impartida ya se han producido las primeras detenciones en Gualeguaychú, luego Paraná, ayer viernes en Concordia y hoy sábado en Chajarí. No se ha informado dónde se han llevado a las personas imputadas del infame delito y todo parecería indicar que estarían provisoriamente en las celdas policiales, de las Alcaidías –en los lugares que los tienen- y a la espera del juicio respectivo.

En Concordia, la Alcaidía policial cuenta con un cupo para 18 detenidos, cuando se supera esa cantidad son remitidos a las celdas de la departamental. El problema radica, además, que en la comercialización de drogas están complicadas muchas personas de sexo femenino y como el Editorial de esta edición lo consigna, hay una sola cárcel de mujeres en Entre Ríos, ubicada en Paraná y otra mixta, de baja ocupación femenina, que está en Gualeguaychú.

Tal vez, se utilicen las celdas de la Comisaría del Menor y la Familia, pegada a la Seccional 2da. de Concordia, pero tiene una capacidad limitada, por lo cual fácil es verificar que estamos en un cuello de botella producto de la imprevisión.

 

 SOBREPOBLACIÓN EN TODO EL PAIS

La situación de la sobrepoblación de las cárceles es un fenómeno antiguo que como bola de nieve fue provocando una situación de avalancha en donde las cárceles que deben tener 100 presos, hoy funcionan operativamente con el doble o más de esa cantidad pero con el mismo personal penitenciario y, muchas veces, con el mismo presupuesto, lo que obliga a racionar la alimentación y reducir las diferentes actividades que deben cumplir normalmente los internos de las unidades penales.

Se reduce el presupuesto y por ende hay menos pan, más presos significa también más control por la posibilidad de motines y alzamientos por lo cual las actividades al aire libre y deportivas se han visto –en la mayor parte de los penales- acotadas.

 

 MENOS SALUD, RECREACION, DEPORTES Y TALLERES

No es lo mismo controlar y dar salud a 100 que a 300 internos y cuando la población se triplica los pabellones donde debía haber 20 internos, pasan a tener 60 y las condiciones son de hacinamiento.

Tampoco es igual trasladar al hospital a un porcentaje de enfermos sobre 100, que sobre 300 presos.

Los talleres, que en Concordia son la Panadería y el Lavadero –obviamente no son suficientes para dar trabajo a 271 presos- el ocio amplifica los problemas de quienes están encerrados y esto genera trifulcas dentro de la cárcel.

 

 LA CARCEL DEL FRIGORIFICO

En Concordia se habló de la descentralización de la UP3 y existió una oferta de la Municipalidad para ceder o trocar una superficie de varias hectáreas por la calle Capitán Rojas –en cercanías del ex matadero municipal- actual Frigorífico La Paz, para que se construya una cárcel pública.

El proyecto no avanzó más allá de una idea primaria, nadie se hizo cargo de planificar nada más que un discurso.

 

 AMPLIARAN LA CAPACIDAD DE LAS CARCELES 

El ex director del Servicio Penitenciario de Entre Ríos, José Luis Mondragón, dijo que “en septiembre se sumarán 250 plazas en las cárceles provinciales”, y precisó que “se ampliará el sector de mujeres de la granja de El Potrero, en el marco de la mayor demanda que habrá a partir de la aplicación de la Ley de Narcomenudeo.”

En concepción del Uruguay se están construyendo dos pabellones para 80 personas en total y el martes próximo se inicia en Concordia la obra de un pabellón en dos plantas con capacidad para 50 internos”.

El ex titular del Servicio Penitenciario de la provincia aseguró a principios de este mes que “tenemos espacio para seguir construyendo y adaptar pabellones. En El Potrero tenemos 230 hombres y mujeres alojados y en la UP2 hay 207 internos y aún tenemos posibilidades de lograr más plazas en estos dos establecimientos nuestro límite es el espacio y a eso aún no se ha llegado”.

Mondragón había manifestado que “el aumento notorio de la población penal en los últimos años ha provocado un desajuste, pese a lo cual se mantiene la disciplina y la contención”.

 

 LA GRANJA PENAL “EL POTRERO”

Este establecimiento penitenciario para varones será la primera colonia penal de la provincia con características agrícolas, ganaderas e industriales, ubicado en la ruta internacional Nº 136, kilómetro 27, cuentan con todas las comodidades, para que “quienes estén en la unidad estén con dignidad y tengan la posibilidad de educarse, de producir”. Destacó el entonces gobernador Urribarri que el objetivo es trabajar en “reinsertar al penado que cumple con su condena en condiciones óptimas, que se sienta uno más fuera de la cárcel y pueda reiniciar su vida”.

La granja penal Nº 9 pensada para varones, ahora es mixta. Tenía 100 internos como cupo y ahora tiene 231 internos, 21 son mujeres.

Resaltó que la granja de capacidad para 100 internos “es una obra que está a punto de inaugurarse y además está iniciando la obra del sector de rehabilitación para droga-dependientes, la cual ya está adjudicada con una inversión de 1,8 millones de pesos”.

La granja contará con un sector agropecuario – ganadero con secciones de agricultura, apicultura, avicultura, cunicultura, fruticultura, horticultura, porcicultura, tambo y anexo. Además, funcionará un sector industrial y de manufacturas, que abordará áreas relacionadas a carpintería y herrería, como asimismo la elaboración de productos relacionados a la producción.

Cabe señalar que el objetivo de esta colonia penal es lograr la resocialización del condenado en una pequeña comunidad activa de enseñanza, con asistencia profesional e integral brindada por personal penitenciario técnicamente capacitado.

“Esta construcción posibilitará el cierre total de la unidad penal de Gualeguaychú y la granja penal terminaría siendo un complejo de los más avanzados del país, donde estarán los espacios de máxima seguridad, autodisciplina y tratamiento del adicto”, subrayó el entonces mandatario.

 

 LA UTOPÍA DE ERRADICAR LA UP2  

La Colonia Penal El Potrero alberga a 239 internos, de los cuales 21 pertenecen a la población femenina. La UP9 es la única cárcel mixta de Entre Ríos, y debió afrontar este título para descomprimir a la UP6 de Paraná, que era el único lugar de confinamiento para las mujeres condenadas.

Respecto a la UP2, una de las cárceles más viejas de Entre Ríos, que fue inaugurada el 16 de junio de 1890 y que evidencia en todo su esplendor el húmedo y frío paso del tiempo, alberga a 211 reclusos. Allí conviven presos por causas federales con homicidas y otros por delitos menores, desperdigados en 18 pabellones.

Todo parecer indicar que -ya puesta en práctica la Ley de Narcomenudeo- será imposible en un futuro cercano trasladar la población carcelaria de la UP2 a la UP9 y jubilar definitivamente el obsoleto edificio que abarca dos manzanas en el corazón de Gualeguaychú.

A priori esto parece difícil de aplicar por una cuestión presupuestaria y no por una falta de espacio. Sin embargo, para el flamante Director del Servicio Penitenciario de Entre Ríos, inspector general Marcelo Rubén Sánchez, “no es algo imposible”. (El Sol)

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