El cura Alfredo Nicola volvió a Oro Verde. Su regreso se dio, de modo sorpresivo, el miércoles. “El obispo me levantó la licencia, y me pidió que me muestre en el pueblo y empiece a dar misas. Así que acá estoy”, fue lo primero que dijo cuando llegó.

La vuelta del cura pone en situación incómoda al arzobispo Juan Alberto Puiggari: según la última edición de la revista “Análisis”, el jefe de la Iglesia Católica estaría al corriente de dos denuncias por abuso que se presentaron en la curia y que responsabilizan a Nicola por esos hechos.

Pero la recuperación exprés de la afección espiritual de Nicola deja en ridículo a Puiggari, que en una de las últimas reuniones del clero había contado la novedad de su ausencia por cuestiones de salud.

Recuperado, Nicola buscó ocupar nuevamente su lugar de párroco de Oro Verde, y de hecho este jueves estuvo diagramando la agenda de misas que tiene por delante.

 

Investigación

La situación de Nicola ha venido quedando muy comprometida dentro del clero paranaense a raíz de los últimos escándalos de pedofilia que han salpicado a la Iglesia Católica de Paraná.

Primero, en noviembre de 2016, cuando el sacerdote Juan Diego Escobar Gaviria, condenado a 25 años de cárcel por abusos y corrupción de menores, debió salir de urgencia de Lucas González, tras la presentación de la primera denuncia judicial en su contra, le dio acogida. Más tarde, sería incluido en la lista de testigos que presentó Escobar Gaviria ante el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay, que en septiembre último emitió condena: 25 años de prisión.

Nicola no llegó a declarar porque el arzobispo Juan Alberto Puiggari, cuando se enteró, montó en cólera y le reclamó que no se presentara. Aunque en medio, el fiscal Federico Uriburu, de la Unidad Fiscal de Nogoyá, le había pedido a Puiggari el legajo de Nicola, lo que hubiera puesto en situación comprometida a Puiggari y al párroco de Oro Verde.

Nicola, hasta octubre último al frente de la Parroquia Jesucristo Maestro y Señor de la Humanidad y Nuestra Señora de Pompeya de Oro Verde, pidió un tiempo de licencia a Puiggari.

Se lo comunicó a sus seguidores, por whatsapp: “Hola! Habiendo ya hablado con el obispo quiero comunicarles que tomamos la decisión de irme de la parroquia. La idea es tomar un tiempo donde pueda dedicarme a mi salud y a mi interior. Sepan entenderme, me encomiendo a sus oraciones.”

La salud interior de Nicola parece haberse resuelto en un tiempo breve porque este miércoles se apareció en Oro Verde con la firme intención de asumir nuevamente como párroco.

Su llegada crea una situación incómoda: el vicario Daniel Rodríguez, que con la partida apresurada de Nicola –se fue de un día para el otro- había quedado como administrador parroquial, volverá a su antigua función.

Aunque oficialmente Puiggari no intervino ni dio instrucciones ni tampoco habló de si la vuelta de Nicola es permanente o temporal.

La vuelta de  Nicola se da en medio de una situación compleja: la Escuela Parroquial Jesús Maestro y Señor, que el cura pergeñó, quedó envuelta en medio de  un escándalo luego de que un profesor de música, Gabriel Flores, fuera denunciado en la Justicia por un supuesto abuso.

La noticia se conoció el mismo día que Flores desapareció. Dos días después apareció:  fue hallado en la zona del Paraje La Virgen, con aparentes intenciones de suicidarse. No se suicidó sino que se presentó, primero, en la Policía, y después, ante la Unidad de Violencia de Género y Abusos del Poder Judicial, donde la fiscal Eugenia Smith tramita la causa.

A raíz de ese hecho, Daniela Cabrol fue relevada del cargo de directora de la Escuela Parroquial Jesús Maestro y Señor, de Oro Verde después del escándalo del profesor. La decisión que fue adoptada por el apoderado legal de la escuela, el abogado  Federico Cerafia. (Entre Ríos Ahora)

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