El femicidio atroz de Micaela García en Gualeguay, la estudiante de Educación Física que fue asesinada el 1 de abril, llegará a juicio en diez días. Según adelantó el fiscal que llevó adelante la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Ignacio Telenta, casi 60 testigos relatarán la secuencia de los hechos. Los imputados son cuatro: Sebastián Wagner, Néstor Pavón, Gabriel Otero y Fabián Ehcosor. Los primeros tres llegarán a debate imputados por Homicidio crimins causae – femicidio, en tanto que Pavón y Ehcosor también están acusados de Encubrimiento agravado. “Ofrecimos 140 testimonios y en acuerdo probatorio con las defensas bajamos a 35 de la Fiscalía y más de 20 de las defensas”, dijo el representante del Ministerio Público Fiscal en diálogo con ANÁLISIS DIGITAL.

El debate ante la Cámara del Crimen compuesta por los jueces María Angélica Pivas, Roberto Cadenas y Darío Crespo será del 21 al 27 de septiembre, dentro de diez días. Tras el acuerdo probatorio entre las partes, se convino la comparecencia de 57 testigos al juicio oral: 35 de Fiscalía y unos 22 ofrecidos por las defensas.

A juicio oral llegan con graves imputaciones Sebastián Wagner de 30 años, doblemente condenado por violación; Gabriel Otero de 21 años, hijastro de Wagner; Néstor Pavón, dueño de la gomería donde trabajaba Wagner; y Fabián Ehcosor de 53 años, padrasto de Wagner. Los dos primeros fueron imputados por el asesinato de la joven, y Ehcosor fue acusado de encubrimiento. Pavón enfrenta una situación particular porque en principio fue imputado por encubrimiento y luego por coautoría en el homicidio.

La prueba del expediente está dada por las testimoniales, los elementos secuestrados en la investigación penal y la documental acumulada, donde constan, entre otras cosas, los informes periciales. En la Fiscalía de Telenta, se despliega un gran mapa de Gualeguay y la zona, donde están marcados los puntos claves de la pesquisa. Sobre el plano, hay tachuelas rojas que marcan dónde están las cámaras de seguridad privadas; hay una tachuela verde que indica el domicilio en el que vivía Wagner junto a su pareja Nora González y su hijastro Gabriel Otero. Además, se señala en amarillo el boliche King, lugar de donde salió caminando Micaela García la madrugada del 1 de abril. Otro punto amarillo marca el hallazgo de la sandalia, unas cuadras más hacia el centro de la ciudad, donde fue interceptada y subida al Renault 18 break verde; y una tercera marca amarilla representa el lugar donde se encuentra el departamento donde vivía la joven, a donde nunca llegó.

Sobre el mapa existe también una línea punteada en negro, que marca el camino que hizo Micaela desde el boliche hasta el lugar donde se encontró su calzado y llegar hasta el departamento donde se dirigía. Por último, se observan varias tachuelas fucsias que señalan el recorrido que hizo el Renault 18 esa madrugada; y en un extremo resalta un punto negro donde está la gomería y lavadero de Pavón.

“El auto se va hasta la zona de chacras, donde se encontró la ropa de la chica. Después, por un camino alternativo de tierra, viejo, una ruta que va a Galarza, por esa zona se encontró el cuerpo de Micaela”, relató Telenta. “Lamentablemente no se pudo obtener mucha evidencia genética”, contó. “Todo es muy macabro”, calificó.

El Ministerio Público Fiscal reclamará la pena perpetua para Sebastián Wagner, que son 50 años de prisión. “A los dos tercios de la condena, es decir recién a los 35 años de cárcel podría empezar con un régimen de salidas socio-familiares”, asentó el fiscal y alegó: “Para haber cometido ese crimen, Wagner no pudo haber estado solo. Micaela tenía una contextura física robusta y era estudiante del Instituto de Educación Física, tenía fuerza. Wagner no pudo haberla atrapado solo, subirla al auto y manejar”.

 

La situación de Pavón

El Renault 18 break verde es propiedad de Néstor Pavón. Según se conoció cuando inició la investigación, Pavón se lo había prestado a su empleado Sebastián Wagner, que hacía alrededor de un año estaba con salidas transitorias, tras haber cumplido una doble pena por violación. La pesquisa judicial no arrojó evidencia de Pavón en el auto, la noche del crimen. Pero los testimonios y su recorrido indican que sí fue parte de los hechos.

“Es cierto que no se encontró evidencia de Pavón en el auto. Pero hay que decir que Pavón tuvo una inactitud para salir de esa situación. No colaboró con la investigación, no le interesó si él no tenía nada que ver. Su esposa dice que esa noche durmió con él, pero no dijo eso en Fiscalía. Pavón le consiguió un camión que lo sacara de Gualeguay a Wagner, después del homicidio, cuando estaba prófugo”, recordó Telenta.

“Pavón es una persona que se entrevistó como testigo en Fiscalía tres veces, y en cada oportunidad cambió su versión de los hechos. Siempre me contó diferentes historias. También sabemos que Pavón estuvo cenando con Wagner esa noche y ahí se bifurcan las versiones: una vez que terminan de cenar, bastante entrada la madrugada, Pavón dice que tipo 4.30 se fue a dormir. Pero tenemos testigos que indican que Wagner llevó al hijo de Pavón temprano y personas que dicen haber visto a Pavón y Wagner solos. En ese punto, Pavón dice que se bajó del auto de Wagner y que lo vio una vecina. Sin embargo, cuando Wagner confesó dijo que Pavón estuvo siempre con él. Entonces, a juicio lo vamos a llevar después se valorará su participación”, explicó.

 

El caso

Micaela García fue vista con vida por última vez la madrugada del 1 de abril pasado, cuando regresaba a su casa en Gualeguay luego de haber concurrido al boliche King de esa ciudad. De acuerdo a la acusación, la joven fue interceptada por Wagner y su hijastro, quienes iban en un Renault 18 Break, cuyo paso quedó registrado por distintas cámaras de seguridad.

Tras la desaparición de Micaela, se inició una amplia búsqueda que tuvo repercusión nacional y durante la cual su familia y amigos realizaron varias para reclamar por el esclarecimiento del caso.

El 7 de abril, Wagner, quien trabajaba en el lavadero de autos de Pavón, fue detenido en el partido bonaerense de Moreno junto a su padrastro, luego de haber sido vinculado con el crimen a través de distintas pruebas.

Un día después, el cadáver de la joven fue encontrado semienterrado entre pastizales cerca de la Ruta Nacional 12, en Gualeguay, a unos 3 kilómetros de donde se había encontrado una sandalia, un pantalón y un manojo de llaves que le pertenecían. Los médicos forenses determinaron luego que la víctima había sido violada y estrangulada el mismo día en que había desaparecido.

El femicidio de Micaela generó la movilización en reclamo del juicio político del juez de Ejecución Penal de Gualeguaychú, Carlos Rossi, quien le concedió a Wagner la libertad condicional pese a que había sido condenado a 9 años de prisión por dos violaciones.

Mientras, el Congreso Nacional votó un proyecto de Ley manodurista para evitar este tipo de salidas anticipadas, que recibió las críticas de Ni Una Menos, reconstruyó Página/12.

Por su parte, Wagner se declaró culpable del crimen en su indagatoria ante el fiscal Telenta pero también acusó del hecho a su empleador, quien había sido detenido inicialmente por encubrimiento y después fue imputado como coautor del femicidio. En tanto, Pavón dijo ser inocente y vinculó en el crimen a una tercera persona “muy allegada” a Wagner, que para los acusadores resultó ser el hijastro de éste, detenido el 28 de abril último.

Entre las evidencias que comprometieron a Otero, la Fiscalía remarcó el testimonio de una mujer que en una rueda de reconocimiento lo identificó como la persona que estaba junto a Wagner, cuando la joven fue vista a bordo del Renault 18 Break de aquel.

El fiscal Telenta aseguró en su hipótesis que, “por la mecánica del hecho”, en el crimen participaron “al menos dos personas”, especialmente por la contextura física de Micaela, que era gimnasta y robusta y quien posiblemente se haya resistido porque Wagner fue encontrado con rasguños. (Análisis)

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